Hoy vamos con un juego poco usual, muy zen y relajante, en el que ganar o perder es lo de menos. No importa el destino, sino el camino. ¿Os apuntáis a caminar?
Efectivamente, la temática del juego es un viaje en el que vas descubriendo nuevos paisajes, conociendo a otros viajeros, probando las especialidades gastronómicas de cada zona y coleccionando souvenirs originales.
En Tokaido somos viajeros cuyo simple objetivo es disfutar del camino. Para ello, tenemos un tablero con una camino representado por una línea con puntos, siendo cada punto una paradad disponible.
La mecánica no puede ser más fácil: siempre es el turno del último peón (el que va menos avanzado en el camino), así que decide moverse a otro punto, el que elija, siendo la única restricción el número de peones que puede haber en un punto determinado (que no siempre es el mismo). Una vez en ese punto realiza la acción correspondiente.
Hay distintas acciones, como por ejemplo conocer otros viajeros, admirar el paisaje, comprar souvenirs, comer o hacer una donación al templo. En general todas se resumen en coger una carta del tipo correspondiente y, o bien coger la recompensa que te proporciona, o guardarla para hacer sets.
Estas cartas son las que te darán puntos al final de la partida, que se produce cuando todos los jugadores han llegado a la última casilla. Fin. Eso es todo.
Se me ha olvidad comentar que lo único obligatorio es parar a comer en las casillas indicadas a tal fin (cosa muy razonable, que con hambre no se anda nada bien ni se admiran paisajes adecuadamente). Más allá de eso, haces lo que quieres, y te mueves siempre que seas el último de la fila.
Además, cada jugador tiene un personaje con una habilidad especial, que da variedad a la partida, pero tampoco es que sea determinante.
He de reconocer que el juego es muy elegante. Ambientado en Japón y según este estilo, todos los componentes están muy cuidados, desde el inserto hasta las cartas, que son realmente preciosas. Es un estilo elegante, simple y no muy recargado, pero que llama la atención.
Para mi gusto el tablero es demasiado grande. Es bonito, pero no se necesita tanto para representar una línea con puntos, hay que tener una mesa hermosa para jugar.
Pensadlo sinceramente, la temática del juego es pasear. ¿Qué nos aporta en la vida real dar un paseo? Disfrutas del momento, de la compañía y admiras el paisaje. Pero no hay emoción, ni aventura, ni estrategia, te dejas llevar. Pues es mismo es Tokaido. Es precioso, muy tranquilo y para disfrutar de la compañía. Un buen juego para desembotar la cabeza cuando llevas toda la tarde con juegos pesados, igual que salir a la calle a pasear y que te de un poco el aire, pero nada más.
Puntos negativos adicionales por usar un jugador gris en la versión para dos jugadores.
Opinión de Kya
A pesar de todas las esperanzas que tenía puestas en este juego, no me aporta absolutamente nada. Es cierto que es precioso, y que nunca he visto un juego con este planteamiento, de simplemente disfrutar. Pero la verdad es que si quiero admirar un paisaje, me voy a pasear de verdad, en lugar de jugar a un juego que siempre tiene los mismos (muy bonitos, eso sí).
Al terminar el juego, la sensación es, ¿y ya está? pero si no he hecho nada... No volvería a jugar, me parece que hay cosas mejores que hacer, y más emocionantes. Sin embargo, si tenéis opción de probarlo (gratis), podéis ver si cuadra con vuestros gustos. Con los míos no, desde luego.
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