Uno de los primeros juegos cooperativos a los que me enfrenté fue La Isla Prohibida. En las primeras partidas el juego te destrozaba, pero al final acababas por derrotarlo sin mayores complicaciones. Además el juego consistía meramente en ir acumulando cartas de colores para reclamar recompensas, mientras tratabas de mantenerte a flote. Hace un par de veranos andaba yo por Alemania cuando vi una segunda entrega de esta colección de juegos, El Desierto Prohibido. El juego es más dificil, hay más formas de morir y tiene mucho más fondo, ya que no hay casillas de relleno que carecen de imporancia. Pero no quiero hacer una reseña comparativa, así que empecemos de cero:
El Desierto Prohibido.
El Desierto Prohibido es un juego cooperativo en el que interpretamos el papel de una serie de exploradores en busca de los tesoros de una antigua ciudad enterrada bajo la arena. Por desgracia, nuestro helicóptero se estropea en el aterrizaje y nos vemos obligados a buscar las piezas de un barco volador, vestigio de la antigua civilización de la ciudad, para escapar. Nuestras reservas de agua son escasas y se acerca una tormenta de arena, pero confiamos en que los artefactos de avanzada tecnología que encontremos entre los restos de la ciudad nos ayuden a salir airosos.
El juego es muy sencillo en cuanto a reglas, pero realmente complejo de ganar. En cada turno, uno de nosotros tendrá cuatro acciones a elegir entre: moverse, quitar arena, explorar una casilla o recoger piezas.
Cuando acabe nuestro turno actuará el mazo del desierto. Este mazo solo tiene malas noticias para nosotros. Podremos encontrar la carta de sol abrasador, que nos obligará a beber de nuestra preciada reserva de agua si no estamos a la sombra, las cartas de tormenta de arena nos haran perder la orientación, cambiando las losetas de sitio y arrojando arena sobre ellas, haciendo más dificil nuestra tarea, y la carta de el viento arrecia (tengo el juego en alemán, así que perdonadme si las traducciones no son exactas) hará que suba el nivel de tormenta de arena. Este nivel determina cuántas cartas robamos del mazo de desierto en cada ocasión.
Nuestro objetivo es encontrar las 8 losetas de pista para saber donde se encuentran las piezas, recoger las piezas de su loseta correspondiente (que varía en cada partida) y llevarlas todas hasta la loseta donde se encuentra el barco, que también tendremos que encontrar. Todo esto sin perder a ningún compañero por el camino y sin que se cumpla ninguna de las condiciones de derrota. Perderemos la partida cuando:
- Todas las fichas de arena estén sobre el tablero. Hemos muerto sepultados
- Alguien se quede sin agua y muera deshidratado.
- El medidor de la tormenta llegue al máximo.
- Un jugador quede sepultado por arena y al final de su turno no haya conseguido salir, muriendo sepultado.
Hay muchas cosas que hacer, muchas cosas que evitar, tenemos un tiempo limitado, y da igual como de bien lo hagas, el desierto es más fuerte y siempre arroja más arena de la que puedes quitar. Por suerte nuestros personajes tienen habilidades especiales para facilitarnos la tarea. Además, cada vez que exploremos una casilla encontraremos un pozo con agua o un artilugio de la antigua civilización, los cuales totalmente necesarios.
Y si vencéis, no os pongáis cómodos. Una vez derrotéis al desierto podéis aumentar el nivel de dificultad, simplemente subiendo la posición inicial del medidor de tormenta.
Por último, hablaré sobre los componentes. El material es realmente bueno, y no es una sorpresa viniendo de quien viene. Las ilustraciones de las cartas y, sobretodo las losetas, son preciosas. Tanto las losetas como las fichas de arena son de cartón bueno y duradero, y las cartas de primera calidad y tamaño standard. Incluye un medidor vertical para el nivel de la tormenta de arena y piezas de plástico para ir montando el barco a medida que consigues las piezas, un detalle. Además, en lugar de peones de madera de colores, tenemos miniaturas de plástico pintadas, que aunque podían haber tenido mucho más detalle, son una sustancial mejora frente a los peones.
Opinión de Zeros
Es un juego cooperativo ligero, vistoso y fácil de explicar, ideal para una partida con nuevos gammers, pero que realmente supone un reto, así que los jugadores experimentados no se aburrirán. Como en todo juego coop, existe la posibilidad del jugador líder, pero eh, eso es culpa del jugador, no del juego.
El material me parece estupendo. Sí, podría haber entrado en una caja múcho más pequeña si usara solo cartas y peones en lugar de figuras de plástico y losetas de cartón, pero ya tengo muchos juegos pequeños y transportables, y se agradece tener un juego bonito y con un inserto bien pensado. Aun así, os puedo asegurar que el juego entra en una caja de 15x7x10, comprobado.
Lo único que no me gusta del juego es que las habilidades de los personajes estan muy descompensadas. En teoría no pasa nada, porque somos un equipo y si yo tengo al torpe, otro tendrá a los buenos, pero hay mínimo dos personajes que se quedan en la caja. La diferencia entre tener o no a la aguadora es abismal, y hablo por experiencia propia.
Opinión de Kya
Se tarda aproximadamente medio minuto en aprender a jugar a este juego, lo cual se agradece en muchos casos, y anima a gente con la que no jugarías normalmente. Además no se hace nada pesado, ya que tienes relativamente pocas opciones,así que no sufres turnos eternos esperando a que los demás se decidan. Aun así no es un juego fácil, ya que nunca tienes la victoria asegurada, y el haber ganado una vez no te asegura que puedas repetirlo cada vez que juegues.
Se tarda aproximadamente medio minuto en aprender a jugar a este juego, lo cual se agradece en muchos casos, y anima a gente con la que no jugarías normalmente. Además no se hace nada pesado, ya que tienes relativamente pocas opciones,así que no sufres turnos eternos esperando a que los demás se decidan. Aun así no es un juego fácil, ya que nunca tienes la victoria asegurada, y el haber ganado una vez no te asegura que puedas repetirlo cada vez que juegues.
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