Los jugadores entonces comienzan a alternar turnos jugando una de las dos cartas de movimiento para desplazar una de sus figuras. Después, y esto es lo interesante del juego, colocan la carta que han jugado a un lado, y añaden a su reserva la carta que antes de dejó al margen. De esta forma, cada vez que un jugador juega un movimiento, está poniéndolo a disposición del contrario en el futuro. En el mundo de las artes marciales es muy importante aprender las técnicas del contrario.
Cuando una figura entra en la casilla ocupada por una figura del rival, la elimina del juego.
Hay un surtido bastante bueno de cartas, 16 en total, de las cuales en cada partida sólo se usan 5, lo cual aporta mucha variabilidad. Además, todas las cartas ofrecen varios posibles movimientos, que puedes aplicar a cualquiera de tus figuras, por lo que las posibilidades de movimiento en cada turno son múltiples.
Algo que me gusta mucho es como las cartas azules solo permiten avanzar hacia la izquierda, y las rojas a la derecha, mientras que las verdes permiten avanzar de frente o hacer desplazamientos laterales. A veces, se da una partida en la que es imposible moverse en una determinada dirección con ninguna de las cinco cartas, o con cuatro de ellas, lo cual crea situaciones muy interesantes.
El juego continúa hasta que un jugador se alza con la victoria a través de la senda de la roca, derrotando ("comiendo") al maestro de su rival, o a través de la senda del agua, llevando su propio maestro al templo de su rival.
Si lo piensas fríamente, Onitama es un juego que perfectamente podrías hacerte tu mismo: Un tablero de 5x5, 10 peones y algunas cartas. Pero la producción que ha hecho Arcane Wonders y lo impresionantes que son los componentes hacen desechar esa idea al momento.
El juego viene en una caja con cierre magnético estupendamente ilustrada, y en su interior nos encontramos un tablero precioso de neopreno, cartas de muy buena calidad con un diseño excelente y unas figuritas muy chulas y con un tamaño comodísimo para jugar. Todo ello con un inserto muy bien diseñado.
El diesño gráfico y la calidad de los componentes es tan buena, que te olvidas de que es un juego abstracto y realmente te transporta a esas películas de artes marciales orientales. A nivel componentes, uno no puede más que quitarse el sobrero ante este juego.
VEREDICTO
Cuando te cuentan este juego o te lees las reglas dices "boh, que simple, que facil", y entonces lo juegas y ves la realidad. Un juego intenso, en el que hay que meditar bien cada movimiento y tratar de ver varias jugadas adelante. Onitama no se gana, se pierde. Cada movimiento que puede hacer tu rival es porque tu, y solo tu le has dado la carta de movimiento adecuada. He visto en algún sitio que la gente lo define como una versión moderna del ajedrez. Los puristas se tirarán de los pelos, pero es una definición muy acertada. Un éxito y un juego que no podéis perderos.
Me parece una muy buena minivariante del ajedrez, por llamarlo de alguna forma. Solo que en este caso se aprende mucho más rápido y las estrategias son ligeramente distintas, evidentemente. Las partidas no son muy largas (menos de media hora, dependiendo de lo que te lo pienses...) y la mecánica de las cartas hace que cada partida sea completamente distinta. Una cosa tan tonta como que no salgan cartas que te permitan desplazarte a la derecha, cambia completamente el juego, la forma de pensar y la estrategia. Ni que decir tiene que caí rendidita ante la excelente calidad de los componentes y su preciosa disposición en la caja prismática, por no hablar del tablero de neopreno. Un muy buen juego que te quita el mono de un poco de estrategia abstracta si no te apetece meterte en partidas más largas y reglas tediosas.
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