martes, 21 de abril de 2015

Los colonos de Catán: El juego de dados

Hoy vamos a hablar de un juego, que de no ser por una fantástica oferta que lo dejaba casi regalado, seguramente nunca me hubiera comprado. Tengo el juego de Catán de tablero, al que juego sobretodo en verano, tanto como para no querer volver a tocarlo el resto del año, y el la versión de cartas (los príncipes de Catán) al que juego con cierta frecuencia y que me encanta. Pero la versión de dados, en su pequeña caja, nunca me llamó la atención. Hasta que lo vi a 3€ y decidí probar. 

El juego trae poco más que lo justo. Un manual de reglas, seis dados de madera, de un tacto y peso bastante agradable, con las caras pintadas representando los distintos recursos, y unas hojas en las que apuntar resultados. Estas hojas en otras versiones vienen coloreadas y mucho más monas, pero en la versión española están en blanco y negro. Os dejo una foto de la versión americana, solo para que comparéis. Y eso es todo, ni unos lápices de esos pequeños que vienen hasta con el Cluedo, nada.
Aparte de los dados, que son muy buenos, el material es bastante justito, pero seamos sinceros, estamos comprando los dados. El resto se podría jugar con un boli y un papel que tengáis por casa. A esta caja pequeña y al precio que se puede encontrar el juego, es más que suficiente. 

El juego es practicamente un juego de azar, con algo de estrategia, en el que tratas de llevar tu suerte al límite - "push your luck" es el termino inglés - para sumar la mayor cantidad de puntos posibles. Cada turno lanzas los seis dados y después tienes dos oportunidades para relanzar aquellos cuyo resultado no te convenza. 
Luego, con los recursos disponibles (arcilla, madera, trigo, oveja, piedra u oro) podrás construir caminos, pueblos, ciudades o caballeros. Los costes de las cosas son idénticos al Catán original y el oro es una especie de comodín, solo que necesitas dos oros para cambiarlo por lo que quieras.
La parte estratégica del juego esta en que para poder construir un pueblo, tendrás que tener caminos que lleguen hasta el. Además, cada pueblo vale más puntos, el primero vale 3, el segundo 4, y así... y lo mismo con las ciudades. 
Si optas por los caballeros, no te expandirás por la isla, pero cada caballero te permite cambiar un dado por un determinado recurso. Los dos primeros caballeros, el de trigo y el de piedra pueden ser fundamentales a la hora de construir tus ciudades. 
La otra mitad de la estrategia es cuanto decidas arriesgar, puedes ir a por los grandes puntos de las ciudades, pero arriesgando a que si en un turno no construyes nada, te restarás puntos.

Se trata de un juego de azar, bastante rápido y fácil de transportar, que se puede jugar en cualquier parte. Solo necesitas la mínima superficie para tirar unos dados. Tiene una componente estratégica, ya hemos hablado de ella, pero sobretodo es un juego de azar, de sopesar riesgos y de arriesgar para ganar. Si el factor suerte no va contigo, este juego no es para ti, y probablemente ningún juego de dados. 


Opinión de Zeros
Como ya he dicho, el juego me lo compré porque estaba muy barato, si no seguramente no lo hubiera hecho. El juego no está mal, es entretenido, puedes llevarlo en el bolsillo, o en el hueco que sobra en la caja de los Príncipes de Catán, juegas en 10 minutos, puedes jugar con tantas personas como quieras... pero tampoco es nada excepcional. Es un cinco.

A veces me pregunto si en el extranjero existen tantos juegos de bar como aquí en España. Muchas veces te encuentras publicados juegos que son, en esencia, una versión cara de un juego de mesa de los que juega mi abuelo con una baraja de cartas de 1 euro. Pongamos por ejemplo Phase10, es como
el continental pero 10 veces más caro... Y a este juego le pasa lo mismo. Es el juego de los dados de toda la vida, pero con Catán en la caja. No es que me parezca algo malo, soy un partidario acérrimo de la temática en los juegos, yo me siento a jugar a este y me olvido de que es como los dados y pienso en la isla de Catán, pero aun así tenía que decirlo. 


Opinión de Kya
Es un juego rápido y fácil, no hay demasiado que pensar, y tiene una pequeña parte de gestión de recursos. Se parece al Catán en que tienes los mismos recursos y tienes que construir las mismas cosas. Fin. Dicho esto, es lo que es, un juego fácil y muy rápido, y que depende casi al 90% de la suerte, que por cierto, a mí no me suele acompañar en absoluto, dicho sea de paso... No es un juego que me compraría, hay otras opciones que me llaman más, pero por el precio al que lo compramos...sí merece la pena.

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