domingo, 30 de abril de 2017

King of Tokyo

Hoy vamos a hablar de King of Tokyo, un juego dados en el que monstruos, tan míticos como Gozzila o King Kong (con otros nombres), o tan humorísticos como Space Penguin, luchan entre si por el control de Tokyo.

Antes de jugarlo no habíamos leído más que reseñas y opiniones favorables, ¿Habrá estado a la altura de nuestras expectativas?

Vamos allá.




COMO JUGAR                                                                                                                                                                                                  
King of Tokyo es un juego muy sencillo, que puedes montar y explicar en menos de cinco minutos. Cada jugador coge un monstruo (la elección no tiene mayor relevancia que elegir un color en cualquier otro juego) con 10 de vida y cero puntos. 
El objetivo es matar a todos los otros monstruos o llegar a 20 puntos, de cualquiera de las dos formas, nos convertiremos en el Rey de Tokyo. 



En nuestro turno lanzamos seis dados, nos guardamos los resultados que queremos y volvemos a lanzar el resto. Y luego una segunda vez. En los dados podemos obtener los siguientes resultados:
- Números del 1 al 3: Si formamos un trio del mismo número, ganamos esa cantidad de puntos.
- Corazones: Nos curamos 1 de salud
- Rayos: Ganamos un cubo verde de energía
- Garras: Realizamos un ataque, (ahora explicaré como funciona)
La forma de atacar es la que da sentido a todo el juego. En todo momento, uno de los monstruos estará en Tokyo y el resto fuera (si no hay nadie en Tokyo, el primero que saque una garra entrará en Tokyo). Al atacar, el monstruo que está en el interior de Tokyo golpea a todos los monstruos que estén fuera. Sin embargo, todos los monstruos que están fuera, al atacar golpean únicamente al monstruo en Tokyo. 
El monstruo que se encuentra en Tokyo, en su turno recibe dos puntos por el mero hecho de estar ahí, pero también recibe los golpes de todo el mundo. Además el monstruo en Tokyo no puede usar los corazones para curarse, así que está en una posición arriesgada. Por ello, tras recibir un ataque, puede decidir rendir su posición al monstruo que lo atacó, el cual ocupará su lugar en el interior de Tokyo, ganando un punto por entrar y siendo ahora el objeto de toda la violencia del resto de jugadores. 

Después de resolver los dados, los jugadores pueden gastar energía para comprar cartas de mejora, o pagar dos de energía para descartar todas las cartas disponibles y sacar cosas que le vengan mejor. Hay todo tipo de cartas, desde efectos instantáneos hasta cartas permanentes que dan al monstruo una habilidad especial. Estas cartas van diferenciando a unos monstruos de otros y son las que dan variedad y profundidad al juego.

COMPONENTES                                                                                                                                                                                             

Los dados y las cartas son de muy buena calidad, y los translúcidos cubos de energía son muy atractivos también, aunque quizá un poco pequeños y susceptibles de perderse. El diseño gráfico y estético es espectacular. Nos encanta como en las cartas dejan el máximo espacio posible para el dibujo. 

Respecto a los tableros y las figuritas tenemos sentimientos encontrados. En cierto sentido no podemos evitar plantearnos si eran necesarios y no hubiera sido más cómodo una carta para indicar quien está en Tokyo y contadores para indicar la vida y los puntos. A fin de cuentas, ser un monstruo u otro no aporta nada. 

Sin embargo, desde el punto de vista temático, tiene sentido coger una figura enorme de un monstruo y plantarla con violencia y haciendo ruidos en el centro del tablero, mientras lanzas la de otro jugador de vuelta a sus brazos. Y si no supiéramos que somos King Kong, no podríamos ponernos a aullar y aporrearnos el pecho cuando entramos en Tokyo o golpeamos a alguien.  

VEREDICTO                                                                                                                                                                                                     

Opinión de Zeros
Creo que la categoría en la que encaja este juego es diversión absurda (silly fun). Un juego en el que tienes que pensar poco y puedes hacer mucho el ganso. Ya me estoy imaginando a mis amigos haciendo ruiditos de monstruos y aporreando la mesa al echar al otro de Tokyo. La diversión al final es más por reírme con (de) ellos, que por el juego.
El juego empieza un poco sosete, simplemente tirando dados, pero va ganando interés a medida que compras cartas de mejora. Creo que estaría bien que cada monstruo tuviera unas habilidades iniciales o algo así, para darle chicha desde el principio. 
Como conclusión, no es un juego en el que puedas buscar estrategia o decisiones sesudas. Es un juego que gana si lo juegas con colegas y cervezas, recordando esos Rey de la Pista de cuando eras pequeño, en el que todos quieren machacar al que lleva un rato dentro del campo. Repito que la diversión del juego está en el grupo y lo arriba que os vengáis peleando con los monstruos que en la estrategia del juego per se, porque apenas la hay.

Opinión de Kya
Sinceramente, no le encuentro ningún sentido al juego. Consiste simplemente en tirar dados y pegar al otro. No entiendo quién puede diseñar un tablero con dos casillas, en el que todo lo demás da igual. Vale, las cartas molan, eso se lo concedo, y puede dar giros al juego, y quizá de cuatro o cinco jugadores sea más o menos divertido. Pero hasta ahí. No tiene estrategia de ningún tipo. No volvería a jugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario