sábado, 29 de abril de 2017

Hogar Dulce Hogar

¿Alguna vez habéis deseado diseñar vuestra casa ideal?
¿Os gustan los programas de Divinity en los que reforman casas?
¿Has visto la caja y te parece monísima?

Sigue leyendo, porque hoy hablamos de Hogar Dulce Hogar (Dream Home), un juego de selección de cartas y organización en dos dimensiones.

Vamos allá.





CÓMO JUGAR                                                                                                                                                                                                  
El objetivo del juego es construir la mejor casa del barrio. Las distintas habitaciones valen puntos en función de su tamaño, por ejemplo una carta de habitación de los niños vale 2 puntos, pero si ponemos dos juntas, el set vale 6. También tendremos bonus por completar el tejado y por funcionalidad: +3 puntos por tener cocina, dormitorio y baño; y +3 puntos por tener baño en las dos plantas.

El juego transcurre en 12 rondas. En cada ronda, seleccionamos una pareja de cartas de las cinco disponibles y las colocamos en nuestro tablero. Después se descartan las cartas sobrantes y se pasa a la siguiente ronda. 

Cada pareja de cartas se compone de una habitación más una carta especial. Hay cuatro tipos de cartas especiales:
-Muebles: Dan puntos adicionales a un tipo de habitación.
-Trabajadores: Dan bonus en la fase de puntuación.
-Herramientas: Dan habilidades en la fase de selección de cartas.
-Cartas de tejado

La única restricción a la hora de construir es que no puedes poner cartas en una casilla hasta que no hayas puesto algo en la de debajo. Lógicamente, no se empieza a construir una casa de arriba a abajo. Si no puedes (o no quieres) poner la carta que has cogido, puedes ponerla boca abajo, como habitación vacía que vale cero puntos, pero que si te permite construir en el piso superior. 

COMPONENTES                                                                                                                                                                                             
La portada prometía una monada de juego y no decepciona. Cuando acabe la partida, tendrás una casa preciosa como la de la imagen.

VEREDICTO                                                                                                                                                                                                     

Opinión de Zeros
Bueno, la casa bonita que te queda al final de la partida es lo único que vais a sacar de este juego. Es simple hasta rozar la estupidez. Al colocar las cartas lo único que importa es hacer parejitas o tríos del mismo color. No hay ningún bonus o penalización por que un determinado tipo de habitación este cerca de otra, y en cada partida salen todas las cartas, no hay nada que pudiera no aparecer. Esto no es un juego familiar, como mucho es un juego para niños y únicamente porque es bonito, pero no tiene ninguna gracia. 
¿Queréis un buen juego de construir edificios en el que la organización espacial sea importante? Jugad a Castles of Mad King Ludwig, Quadropolis o Suburbia. 

Opinión de Kya
Me encantan los programas de reformas, puedo pasarme horas y horas viéndolos y viendo las cosas tan bonitas que consiguen a partir de un cuchitril. Aunque también es cierto que soy de las que piensan que si me pusiera a ello podría hacerlo incluso mejor. Por eso cuando vi este juego, me pareció ideal, mi oportunidad perfecta para disfrutar con algo que me encanta...Qué decepción... Vale, el juego es muy mono y lo que tú quieras, pero soso como el solo. No hay apenas interacción, las cartas son preciosas, pero no tienen nada de especial más allá de ser de un tipo u otro, y por ejemplo, todos los salones son iguales, no hay ninguno en especial.
Otra cosa que no me gusta es que en todas las partidas se juega con todas las cartas, por lo que no hay emoción por saber si una carta u otra va a salir.

Me da la sensación de que está pensado apra niños muy pequeños, y por supuesto, no tienen nada que envidiar a mi querido Castillos del rey loco, que satisface por completo mis necesidades de amueblar casitas :)

Un desastre, a no ser que tengáis un niña de siete años que le encante el tema, por mí se puede quedar donde está.

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