Space Hulk. Death Angel. The Card Game

Nunca he sido muy fan de Warhammer por dos motivos, primero porque no tengo el presupuesto para jugarlo, y segundo porque los libros de reglas son más gordos y pesados que el temario de ciencia de materiales. Sin embargo, el universo de Warhammer 40k es algo que me llama la atención, y hoy me gustaría hablar de un pequeño juego de cartas ambientado en este mundo de ciencia ficción. Para los que no conozcan mucho de este universo, como yo mismo, trataré de traducir cualquier término que use. 

Space Hulk es un juego cooperativo en el que interpretamos el papel de uno o varios grupos de marines espaciales que se adentran en un pecio espacial (antro vil) lleno de genestealers (alienígenas asquerosos). Avanzaremos en fila a través de una serie de habitaciones para cumplir nuestra misión, tratando de hacer frente lo mejor posible a la amenaza alienígena controlada por la IA.

Gears of War

Si no os habéis dado cuenta aun, o si sois lectores primerizos del blog, debéis saber que me encanta la Ciencia-Ficción y los Dungeon Crawler, así que el juego de mesa, inspirado en el videojuego Gears of War, no podía faltar en mi colección. 

El Desierto Prohibido

Uno de los primeros juegos cooperativos a los que me enfrenté fue La Isla Prohibida. En las primeras partidas el juego te destrozaba, pero al final acababas por derrotarlo sin mayores complicaciones. Además el juego consistía meramente en ir acumulando cartas de colores para reclamar recompensas, mientras tratabas de mantenerte a flote. Hace un par de veranos andaba yo por Alemania cuando vi una segunda entrega de esta colección de juegos, El Desierto Prohibido. El juego es más dificil, hay más formas de morir y tiene mucho más fondo, ya que no hay casillas de relleno que carecen de imporancia. Pero no quiero hacer una reseña comparativa, así que empecemos de cero:

El Desierto Prohibido.

Tuareg

Kosmos (Devir en España) tiene una fantástica serie de juegos para dos personas, entre los que se encuentra, además de los Principes de Catán, del que ya hemos hecho una reseña, el juego del que hablaremos hoy, Tuareg (o Targi).

Ticket To Ride

Acabo de darme cuenta de que llevamos ya más de 10 entradas y aun no hemos hablado del juego en cuyo nombre esta inspirado el de este blog. Hablamos, nada menos de Ticket To Ride (T2R), traducido al español como Aventureros al Tren por alguna extraña razón que escapa a mi entendimiento.

Ticket To Ride es un juego sencillo y colorido, muy divertido, que se adapta bien tanto a partidas de cinco jugadores como de dos, siendo muy diferentes ambas situaciones. El juego consiste en construir rutas de ferrocarril entre diversas ciudades. Para construir un tramo de vía necesitaremos, por regla general, reunir una serie de cartas del color correspondiente, aunque hay casos especiales como los ferrys, los túneles o los pasos de montaña, y comodines que valen por cualquier color.

Red Code

Volvemos a apostar una vez más por el producto nacional en nuestra estantería. Pasamos directamente de una invasión alienígena futurista a el fragor de la Segunda Guerra Mundial. Red Code es un juego simple y compacto que aúna características de un WarGame y de un EuroGame. Me explico: Por un lado tendremos el tablero de juego (compuesto por cartas...) donde haremos maniobrar a nuestros barcos para acorralar, torpedear y hundir los buques rivales. Por otra parte tendremos la ficha de nuestro barco, en la cual dispondremos de un numero de tripulantes a los que podremos asignar tareas (mover, disparar, reparar, etc...) aportando un interesante factor de gestión de recursos. Además existen una serie de cartas que permitirán hacer acciones especiales.

Caverna

Aquí tenemos otra invención de Uwe Rosenberg, que los amantes de los worker placement conoceréis por ser el creador del Agrícola; pues bien, estamos ante una especie de Agrícola 2.0, versión nueva y mejorada. En Caverna empezamos siendo un matrimonio de enanos que trabajan duramente para sembrar, cuidar del ganado, y amueblar su preciosa morada, todo ello en doce turnitos, nada más y nada menos.

Rune Age (y expansión Juramento y Yunque)

Hacía mucho que no jugaba, pero ayer eché un par de partidas y creo que ha llegado el momento de presentaros este juegazo. RuneAge es un juego de construcción de mazos (DBG) similar al archiconocido Dominion. Para los que no sepan en qué consisten este tipo de juegos diré que disponemos de un mazo inicial del cual robamos 5 cartas para usarlas durante ese turno, generalmente para comprar más cartas que están disponibles en la mesa. Después pondremos tanto las cartas usadas, como las no usadas, como las compradas en nuestra pila de descartes y robaremos otras cinco cartas. Cuando nuestro mazo se agote, barajearemos la pila de descartes, que constituirá nuestro nuevo mazo. Así nuestro mazo crece con cada carta que compramos y la clave para la victoria reside en mantener un buen equilibrio entre los distintos tipos de cartas. 

Target Earth

Nos encontramos en un futuro no necesariamente muy lejano en el que una invasión alienígena se cierne sobre la Tierra. Las tecnologías de que actualmente disponen las grandes potencias no son suficiente para hacer frente a los platillos volantes. Medio mundo ha sucumbido y ahora son leales subidos de los invasores. La última esperanza se encuentra en cuatro bases ocultas. Interpretaremos el papel de los líderes de estas bases, financiadas por una alianza de países en un desesperado intento por salvar el planeta. Quizás me esté pasando de peliculero, pero es que la temática del juego me encanta.

Mag Blast

Hasta ahora, todos los juegos de los que hemos hablado duraban cerca de una hora de partida y necesitaban una mesa sobre la que ponerse a jugar. Hoy iremos al extremo contrario. Una partida del juego que traemos hoy puede durar escasos 10 minutos, es muy simple, pero muy divertido para pasar el rato en cualquier sitio. Es un juego ideal para convencer a tu novia de que  lo acarree a todas partes en su bolso o con el que matar el tiempo hasta que llega el típico tardón a la partida de esa tarde. 

Mag Blast es un juego de los creadores del humorístico Munchkin (el cual odio, por cierto) y nos recordará a el en ciertos aspectos. Sin embargo es mucho menos aleatorio y tiene algo más de estrategia. 

El juego es simple y se aprende a jugar en menos de cinco minutos (literalmente). Todas las cartas tienen su cuadro de descripción (muy breve) y no hay que aprenderse el significado de ninguna palabra clave, todo muy sencillito, ya hemos dicho que es un juego de pura diversión, sin más. Los creadores han hecho un manual de unas diez hojas, que podrían haber resumido en 2 si no hubieran querido meter sus características bromas.